sábado, 30 de junio de 2007

EL OJO SILVA de Roberto Bolaño

Editorial ANAGRAMA 2001 España


Roberto Bolaño sitúa a los personajes de este cuento: narrador y personaje principal en un contexto histórico real, chilenos nacidos en los años 50, ambos exiliados, errantes por el mundo.

Él nos habla de la sentencia de una generación con respecto a la violencia, nos cuenta del encuentro del narrador con su amigo chileno que se hizo en México, a los veinte años de edad, ya en el exilio. Luego de relatarnos de sus vidas, nos cuenta de un encuentro entre ambos, el cual desde un inicio el narrador cree que se trata de un hecho afortunado, del azar.

Sin embargo el Ojo lo ha buscado para contarle y contarnos de sus experiencias inolvidables en la India, de sus niños, de su pobreza, de su precariedad y sus vivencias increíbles de acoger, en ese y en este mundo lleno de injusticia y de temor.

A pesar de tratarse de un cuento y por tanto de una ficción, el relato raya en el realismo. Pudo ser cierto, el Ojo Silva puede existir, puede ser uno de nosotros, puede estar aquí o allá en Berlín.
El tema tratado por el autor nos refiere principalmente a nuestros sentimientos como seres humanos ante temas tan sensibles como son la violencia y la injusticia, aplicado a los seres más indefensos como son los niños. Qué sentimos, qué estamos dispuestos a hacer ante esto que vemos parece ser su intención.

Las intertextualidades que se nos presentan son mas bien del tipo indirecto y se refieren a las que tienen que ver con la historia, con la inserción en un territorio y en un tiempo que es real, y además vivido por el autor. Lo mismo sucede con el ambiente que rodea el periodismo, ya que este relato puede ser tomado como un serio cuestionamiento hacia la profesión, pero que de alguna manera también vemos como se proyecta a todos nosotros como espectadores de este gran escenario en que nos movemos.

En cuanto a los personajes a medida que transcurre el relato se nos va mostrando las experiencias y la interioridad del Ojo Silva, haciendo de él un relieve lleno de profundidad. Vemos como un hombre distante se nos va transformando en un hombre cercano, tan cercano que logramos vivenciar sus experiencias y llegar a sentir su insaciable tristeza.

El narrador a pesar de permanecer en una aparente distancia con respecto al lector y hacia su amigo, lleva sobre él el manto de ser responsable de la narración y por tanto lo que sabemos y conocemos acerca del personaje principal es por él, de su voz. Eso hace que en la escritura y en la forma de narrar se va acortando también esta distancia, desde la indiferencia hasta una complicidad e intimidad cercana.

El estilo de relato que se nos presenta es del tipo informal teñido a ratos por la nebulosa de las divagaciones, las cuales nos entregan como una serie de indicios en que como tal en su mayoría no aporta al relato final más que como adornos distractorios, semejantes a lo que ocurre en la realidad misma en que todo lo que vemos no es todo lo que importa o que nos importa.

La estructura de este cuento es fragmentaria, disfrazada de una aparente organicidad producto de la inserción de los indicios y de algunos puntos de fugas, que aportan una tensión a la espera del contenido final o verdaderamente real.

Finalmente nos encontramos frente a un texto cuyo tema central posee una excesiva sensibilidad por lo cual su crudeza obliga a una cierta anestesia por medio de la indiferencia, lo que permite un distanciamiento necesario que logra invitar a una reflexión sobre el tema sin echar a correr las lágrimas infinitamente hasta la desesperación.
------------------------------------------------------------------------------------
Roberto Bolaño, escritor chileno nacido en Santiago, pero que a los 15 años ya se encontraba viviendo en México y comenzando a trabajar como periodista. En el 73 regresó a Chile, por lo que estuvo presente en el golpe militar, lo que lo hizo alistarse en la resistencia para luego terminar preso. Una vez liberado a los pocos días por unos amigos detectives se fue a El Salvador donde conoció al poeta Roque Dalton. Para el 77 se encontraba instalado en España ejerciendo una diversidad de oficios, hasta que en los 80 finalmente pudo sustentarse con los concursos literarios, logrando ya a fines de los años 90 publicar Los detectives salvajes (1999) obteniendo el premio Herralde y el Rómulo Gallegos, considerado el Nobel de Latinoamérica. Murió el 14 de julio del 2003 a consecuencia de una insuficiencia hepática.
Dentro de sus novelas se encuentran: La pista de hielo (1993), La literatura nazi en América (1996), Estrella distante (1996), Amuleto (1999), Monsieur Pain (1999), Nocturno de Chile (2000), Una novelita lumpen (2002) y 2666 (2004), ésta última póstuma; los libros de relatos Llamadas telefónicas (1997), Putas asesinas (2001) y El gaucho insufrible (2003) y los poemarios Los perros románticos (2000) y Tres (2000). También escribió Amberes (2002), que recoge varios textos del autor y Entre paréntesis (2004), un recopilatorio de artículos, conferencias y otros textos publicados en varios medios de comunicación.

1 comentario:

Carlos Cruz dijo...

No me parece un buen comentario crítico de la obra,hay teoría literaria más bien parece una esbozo o una reseña más o un análisis literario. ¿Qué teoría literaria usa?
¿Cómo es que el texto funciona como el autor de este análisis dice?, en fin le falta pulir su técnica.